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LOS CORALES
Y
EL DIÓXIDO DE CARBONO
La actividad humana ha incrementado la concentración de ciertos gases en la atmósfera. Como consecuencia, se ha intensificación el llamado efecto invernadero, o sea, ha aumentado la retención de rayos infrarrojos, ondas de calor procedentes de la superficie de la Tierra o del sol. Ésta parece ser una de las causas del calentamiento global del planeta y las consecuencias que de él se derivan. Recientemente, en los acalorados debates que el tema despierta, se ha discutido sobre la posibilidad de que el planeta tenga sus propios mecanismos de regulación que contrarresten los cambios ocasionados por el hombre. Entre esos mecanismos se podría encontrar la absorción que los corales realizan sobre el dióxido de carbono, uno de los gases más importantes en la formación del efecto invernadero.
Los arrecifes coralinos se extienden por las regiones tropicales del planeta en una superficie total que supera el medio millón de kilómetros cuadrados. Su papel en el ciclo biogeoquímico del carbono todavía no se conoce bien. Se sabe que tienen dos maneras de atrapar el dióxido de carbono. Una es mediante la fotosíntesis de las algas unicelulares que viven en simbiosis dentro de los corales, las zooxantelas. La otra se produce directamente en la formación del esqueleto a partir del carbonato cálcico.
Los corales crecen con el fin de poder estar cerca de la máxima luz superficial que es fundamental para su desarrollo. El calentamiento global está provocando una elevación del nivel del mar, alrededor de los 7 mm anuales. Los corales responden incrementando su tasa de crecimiento produciendo una mayor cantidad de carbonato. Además, el desarrollo de las colonias de coral no sólo será vertical, es posible que el mar acabe ocupando parte de las plataformas continentales actualmente emergidas permitiendo la expansión horizontal de los arrecifes coralinos. Quedaría entonces demostrado que los corales se podrían comportar como sumideros de CO2 al acelerar su maquinaria de fabricación de carbonato cálcico y por lo tanto podrían amortiguar la acción humana sobre el clima del planeta.
Sin embargo, existen hechos que contradicen la hipótesis. La fijación del CO2 producida por los corales representa actualmente sólo el 2% del generado por el hombre. ¿Es significativa esta cantidad? También debemos tener en cuenta los efectos negativos que el calentamiento global puede provocar en las poblaciones de corales. Los bruscos cambios de temperatura o el aumento de la turbidez del agua, generado por un posible mayor número de ciclones y la intensificación de las lluvias, pueden ocasionar la muerte de los arrecifes. Por otro lado, los corales no solo ocasionan la eliminación del dióxido de carbono disuelto en el medio. La acidificación del agua que produce la formación del esqueleto coralino da como resultado una liberación de CO2. ¿Puede esta liberación anular el efecto de la fijación?, y si fuera así, ¿cuál sería la importancia de los corales en fenómenos como la circulación de CO2 o el efecto invernadero?
Como veis son muchas las cuestiones que surgen para intentar dar explicación a uno de los muchos aspectos del preocupante cambio climático.
